Suerte- Vamos con la musica popular argentina

Los musicos populares siempre me acompañaron en la vida. La dignidad , la manera de luchar , de acompañar, una manera de vivir.

Un gran abrazo trovador.
Te deso mucha suerte.


La noche quedó atrás

Armando Tejada Gomez

Esta es la vida nueva:
trabajar seriamente en tu oficio, vivir
algunas inquietudes y despuntar el vicio
de pintar, de cantar, de pescar, de reír
o cantar seriamente o pescar
seriamente
o pintar seriamente
y despuntar el vicio de vivir
y vivir
y vivir.

Este es el nuevo oficio
de la vida del hombre.

Es simple como el hombre:
se trata de vivir.

Pero al que no trabaja
quítale el pan y el agua,
al guerrero las armas
y al avaro el botín.

Mas luego,
seriamente,
como quien suelta pájaros,
a construir la alegría,
a vivir con lo puesto,
a vivir, simplemente,
simplemente,
a vivir!

No puedo, ni pienso, disimular la emoción que provocó en mi la suscripción de Erkanda. Si el registrado resguarda su identidad, no seré yo quien la debele, independientemente que, sepa... si, se de quien se trata.

Semejante muestra de afecto, cariño, amor por lo nuestro, AMOR POR LA VIDA, LUCHADOR POR LA VIDA, responde al esteriotipo de UNA persona... “maravillosa persona”!!!

Luchador de la vida, porque lucha por la vida de los pueblos; porque lucha por la vida de las gentes. Porque lucha por la vida de los que aún les queda “mucha vida por vivir”... y lucha... y lucha.

Porque desde su puesto de batalla fue generando su calidad humana... por la vida humana.

Su lucha, le dio la sensibilidad que le permite, tal vez sin proponérselo, emocionarme hasta las lágrimas con el solo hecho de registrarse. A ello, un plus ultra que admito de verdad NO ESPERABA. Regalarme un “ABRAZO TROVADOR” él lo sabe muy bien, es como reconocerme un habitante natural (tal cual lo soy) de eso que el Chiquito Catramboni siempre dice “el que fue Trovador jamás deja de serlo, porque ser Trovador es un estilo de vida”.

Porque él sabe, que esa perfecta amalgama conformada por Los Trovadores y “el Armando nuestro que está en los cielos”, es un cóctel letal para mi emoción.

Creo que no bastan las gracias, aún cuando sienta esta extraña sensación de “la más emocionante, límpida y reconfortante frustración”, del saber que como vos, 4 ó 5 amigos mas, con tus mismos valores, se que estarán acompañándonos espiritualmente, pero, por sus ocupaciones y su participación en distintos espacios no les dará el tiempo para compartir más, y nos negará a nosotros gozar de sus sabidurías y afectos.

Solo, por si no me equivoco de persona, que estoy en la más absoluta seguridad que no, pero de no ser así, igualmente tratarías de una de esas 4 ó 5 almas a las que me refiero, una mas Trovadora que otra, por lo que igual caerá bien.

Pero en mi porfía de que no estoy equivocado, te dedico esto desde lo más profundo de mi corazón... querido Compadre de la copla, Compadre de la lucha y Compadre de la vida. Se que piensas igual que yo, aunque en espacios distintos, los Compadres debemos seguir adelante.

El compadre

El compadre, ya Juan, se empina y dice:

Patria, amor mío, quiero juntar todas las ganas,
todo el guitarrerío donde tu pueblo canta
para que, copla a copla, nos vayamos sabiendo
el tamaño, la furia, la herencia solidaria;
ese modo de sernos uno al otro, camino
o río tumultuoso o historia castigada,
mientras que a golpe vivo de miseria aprendemos
que hay que empuñarse el rumbo sin pleito sin abogados,

porque siempre nos joden, siempre nos joden, patria,
siempre los comedidos nos lleva a otra parte
y basta! ya está basta! terminémosla, patria!
y juntemos a todos en una misma gana
para voltear el odio, el miedo, la miseria
y avanzar con el rostro nacional por el alba.

Digo que un hombre solo, sólo es un hombre, digo
que tiene su misterio el hombre solitario,
pero ya estoy cansado del misterio gratuito,
de la soledad pura y el silencio importante;
ya no quepo en la luna de tanto andar las noches
tuteándome con todos los duendes de la calle;
digo que un hombre solo, sólo es un hombre solo
y que no tengo tiempo de amparar solitarios.

Tanto andar, tantos pasos por las calles en vilo,
cuánto que uno se busca, tanto que hemos andado
-no digamos que todos, pero la mayoría-
buscando el fundamento de lo que nos separa,
de eso que no nos deja reunir la alegría
y repartir a todos la sal, el pan y el agua,
esos tres elementos de que se nutre el grito,
el himno que supimos y el amor que nos salva,
tanto y cuánto que gasta la historia con nosotros
para que nos unamos de una vez por debajo
y sin embargo cuesta y sin embargo tarda
y sin embargo hay alguien que caerá mañana,
alguien que hoy no ha comido con los hijos mirándolo,
mirándonos, mirando tus cereales, patria.

Sumar uno más uno hasta llegar al hombre,
al país que dijimos sin olvidar a nadie,
súmame, patria, el niño que te ha visto vestida
de estival y muchacha con los sueños al aire
pero con lo labriego, con lo gremial del canto,
súmame lo de todos, cuéntame padre y madre
porque así es como puedo soñarte el horizonte
y una dulce pradera de pan multiplicado.

Hay que juntar las ganas y contar desde abajo,
vamos uniendo rostros, manos, sueños, olvidos,
flor turbamulta quiero, a la altura del día
el regreso de todo lo que fue sumergido.
A partir de esta calle no hay posible regreso,
no hay otro pacto que éste, pero sin apellidos
y no es fácil ni pronto, ni ya voy ni gemidos,
ni discursos ni curas, ni general ni edictos,
no hay arreglo, no hay nada que hacerle en este asunto:
hay que juntar las ganas, organizar el grito
y despertar de pronto como un solo estallido.

Patria, amor mío, es hora, se han cumplido los siglos,
estoy fundiendo todas las manos de tus hijos,
aguarda que ahora tengo el corazón al viento
y en el viento un aroma popular encendido.
Espéranos, iremos por los barrios hermosos
donde el día transcurre custodiado de niños,
diciéndonos que es grave pero bello tenerte
limpia de capataces metálicos y cínicos.
Espérame. Esperemos. El último ha salido.

Hay que marchar con todos para soltar la aurora
de adentro de tu pueblo como un inmenso río
por donde irá la vida liberada cantando:
ya vuelvo, amor, América, espérame en el trigo

Armando Tejada Gómez


Carlos

Erkanda = Eduardo Candiz"Teoría de los buenos deseos "



Que no te falte tiempo

para comer con los amigos

partir el pan,

reconocerse en las miradas.



Deseo que la noche

se te transforme en música

y la mesa en un largo

sonido de campanas.



Que nada te desvíe,

que nada te disturbe

que siempre tengas algo

de hoy para mañana



y que lo sepas dar

para regar las plantas

para cortar la leña,

para encender el fuego,

para ganar la lucha,

para que tengas paz.



que es la grave tarea

que me he impuesto esta noche

hermano mío.

Hamlet Lima Quintana



Que momento , en la presentacion del libro de Cazurro : Voces de Ensueño, cuando Chiquito recitò Porque Cantamos , junto Losm Trovas actuales. Que momento!
Erkanda es otro nombre que pongo para jugar con mi apellido, que originariamente ,creo era asi. Historia larga, historia de inmigrantes. 1910.

Carlos mucha suerte!

Evudentemente... No me equivoqué. Creo que mi porfía dejaba de ser tal ante el fundamento. Solo vos querido Eduardo podías tener semejante sensibilidad para escribir lo que escribiste, y para leer lo que siento.

Esa sensibilidad a la que me refería por la vida; por la vida no solo de tu lucha cotidiana, sino por la “vida de esos locos bajitos” que te roban el corazón y toda tu pasión.

Nuevamente gracias y no me cansaré de agradecer, ni de recordar. Fueron pocos minutos que compartimos, pero en el seno trovador, y con el momento sublime de la noche: el CHIQUITO Y POR QUÉ CANTAMOS. Te aseguro que jamás se borrará de mis retinas aquella imagen, que si todo anda bien, antes de fin de año tendremos por Córdoba, con otros Trova cantando, no se cuales, pero otros… otros de los mismos se entiende, no los de Rubín jajaja.

Un abrazo inmenso querido NENDIVEI


Carlos